viernes, 21 de octubre de 2011

VESTIR PARA UNA ENTREVISTA DE TRABAJO

Nunca hay una segunda oportunidad para una primera impresión.

Dentro de una sociedad cada vez más exigente y global, donde el concepto de cualificados cobra una nueva dimensión y no se limita solo a la formación sino que recorre todos los caminos posibles, para llegar a nuestros objetivos por ello  es necesario dominar el arte de vestir con corrección sobre todo para causar una primera impresión que sea valorada de forma positiva.

Si es obvio que debemos cuidar nuestro aspecto e higiene, así como los modales y la corrección a la hora de presentarnos por primera vez a una cita de trabajo más cierto es que nuestro vestuario debe ser acorde al puesto que optamos y la edad que tenemos. Los requisitos NO son los mismos para una persona que pretenda ser gerente de un Hospital como para otra que un puesto de mecánico, pero ambos deben compartir detalles relacionales y de vestuario semejantes.

“Los buenos modales sirven de adorno al conocimiento y le abren paso a través del mundo”
                                                                               Lord Chesterfield

FORMAL, SOBRIO Y DISCRETO.

Dependiendo de la época del año el traje suele ser para el caballero la forma más apropiada de vestir en este tipo de ocasiones.
Los colores utilizados deben ser discretos pudiendo llevar por las mañanas colores grises medios y azules pero  al llegar la tarde basados en colores azul oscuro, gris marengo o negro.
Es muy importante saber que un traje es una prenda con criterio utilizada hasta el hastío pero siempre sin coherencia, por ello detallamos los errores más habituales que se producen:

                                        
Una talla que no es la nuestra donde las mangas cubren la camisa por completo y nos viene excesivamente grande.
Chaquetas con cortes ridículos y exceso de bolsillos exteriores y botones. Lo aceptado son entre uno y tres botones en el frente y dos o tres bolsillos.
Pantalón muy ceñido y mal situado con los bajos muy largos que casi acompañan a la suela de los zapatos en sus viajes.
El traje se viste con camisa de manga larga y debe ser de un color más claro que este, así aseguraremos que la atención se fije en nuestro rostro y no en otra prenda.

Los zapatos no son opcionales si llevamos traje el mejor compañero son un calzado acorde sino queremos errar un modelo negro con cordones del tipo Oxford o Derby  ira perfecto para el color negro, azul o gris.


CORBATA SI COMBIENE

Evidentemente el complemento más utilizado y con mayor repercusión en le vestuario del caballero es la corbata, además de ser el único toque de color permitido el hecho de llevar corbata está relacionado con ciertos trabajos profesionales y se ve mal visto no llevarla.


La norma básica es sencilla colores sobrios y dibujos con figuras sencillas. Para ello bastará con poner en nuestro atuendo un nudo liso, de topos sencillo o regimentales y olvidaremos la bonita corbata que nos regalaron por navidad con motivos arce y nubes, mejor consérvela  cerca de su corazón pero alejada de su atuendo para la entrevista de trabajo.
“Es necesario que cada cosa parezca lo que es.”

                                                                    Honoré De Balzac

La corbata se lleva anudada en el cuello de la camisa y su extensión roza el cinturón si llevamos y sino la cinturilla del pantalón. Nunca se deja floja aunque el calor sea insostenible si hemos tomado la decisión de llevar corbata al menos hagámoslo con corrección y valentía.
COSIDEREMOS EL RESTO

Vestir con prudencia y sin grades detalles llamativos es esencial en una primera impresión, pero también es cuidar que accesorios debemos llevar.

Las gafas de sol como su nombre indican son para el sol y nunca se deben llevar dentro de un despacho o para hablar con alguien.

Cadenas, pulseras y otras joyas son acertadas para nuestra intimidad recuerde la máxima menos es más, si esta aceptado el anillo de casado, sello familiar y reloj siempre a ser posible de un tamaño normal y con cadena de cuero.

Sombreros, gorras y otros parasoles cumplen la misma función que las gafas de sol y los debemos retirar en el interior de una estancia y sobre todo en presencia de alguien.

La tecnología es una maravilla y nos ayuda día a día, pero su misión no radica en molestar y crispar a nuestro interlocutor y por supuesto no forma parte del mobiliario de su despacho, guarde el móvil, iPod y otros objetos de la vista ajena.

Por último recuerde que la puntualidad es la cortesía de los reyes, que la confianza es su mejor aliado y la verdad se dice a los ojos.